Empiezo este artículo pensando en cómo somos las mujeres empoderadas y qué características tenemos en común, reflexionando también en aquellas empoderadas con las que he coincidido en mi vida y las que me rodean actualmente.
Al pensar en una de las características principales, me viene inmediatamente a la mente el Autoliderazgo, algo que toda mujer empoderada tiene desarrollado, es tener ese autoconocimiento de saber cuáles son sus fortalezas, habilidades, competencias, experiencias y vivencias que al gestionarlas adecuadamente le permite enfrentar los retos del día a día, tanto en el ámbito personal, familiar y profesional; es también ser consciente de cuáles son aquellas cosas que debe aprender o fortalecer para ser un mejor ser humano, así también es saber manejar una misma nuestras emociones, conflictos y decisiones.
Una mujer empoderada está en constante aprendizaje y en desarrollo permanente, no deja nunca de aprender y está ávida de nuevas experiencias que fortalecen su crecimiento, entiende que el aprendizaje es un proceso permanente para toda la vida, que abarca todos los planos en los que se desenvuelve, tales como el desarrollo emocional, el crecimiento personal, la vida familiar, la formación académica y la experiencia profesional.
Vivir el empoderamiento es tener claras las próximas metas y nuevos desafíos, planificando apasionada y realistamente los siguientes pasos a dar para alcanzar los objetivos establecidos, es tener una visión positiva del futuro, trabajando con ilusión y entusiasmo para lograr y superar lo que se propone.
Ser empoderada es convivir amigablemente con la resiliencia, el cambio constante y la capacidad de superar obstáculos, siempre guiada y fortalecida por los principios, valores, un pensamiento ético y un actuar íntegro que sirva como ejemplo coherente para las personas que nos rodean.
Es hacerse cargo de una misma, de nuestras metas, ideales y sueños e ir por ellos a pesar de las dificultades y retos del camino.
Es ser una referente y modelo para seguir que influye positivamente en su entorno haciendo y mostrando el camino para los demás, apoyando y orientando a quienes la necesitan, el empoderamiento no compite, por el contrario, trabaja en equipo y vive en armonía con el crecimiento de una misma y el de los demás.
Pensando en todas las mujeres empoderadas que he conocido y de las que he escuchado en mi vida, podría enumerar estos ejemplos:
- Veo a una mujer empoderada usando zapatillas, mocasines, tacones o botas, la altura de sus zapatos no tiene nada que ver con su éxito y lo empoderada que es.
- Veo también una mujer empoderada en aquella que deja a sus hijos en el nido y también en la que no tiene hijos y pasea a su mascota, el empoderamiento no tiene nada que ver con si tienes hijos o no.
- Una mujer vive su empoderamiento ya sea si eligió dedicarse a su familia o si trabaja en una oficina.
- Tan empoderada es una mujer que forma parte de un equipo de futbol como aquella que asiste a clases de baile o disfruta preparando postres.
- Empoderada es esa líder que comparte su experiencia y aprendizajes con su equipo, sintiéndose orgullosa del desarrollo de cada uno de sus colaboradores.
- Empoderadas fueron muchas de nuestras bisabuelas que muy jóvenes dejaron sus países subieron a un trasatlántico, llegaron a Perú y fueron los pilares de nuestras familias.
- Empoderadas también fueron nuestras abuelas, madres de varios hijos y que dedicaron toda su vida a su familia y a su esposo.
- Empoderadas nuestras madres que en una sociedad cambiante y aún con limitaciones para ellas, lograron cumplir sus metas y propósitos dándonos ejemplos de lo que somos capaces de lograr.
- Empoderadas nosotras que somos conscientes que el éxito es nuestro y que sólo depende de nuestro empeño y ganas de hacer las cosas.
Y si nos referimos a ejemplos conocidos internacionalmente, podemos enumerar:
- Profesionales de todos los tiempos que son referentes del empoderamiento femenino: grandes investigadoras, como Rosalind Franklin (madre de la cadena de ADN) o Marie Curie (descubridora del radio y el polonio); defensoras de la igualdad entre hombres y mujeres desde la política, como Emmeline Pankhurst o Clara Campoamor, y artistas o creadoras, como Frida Kahlo o Coco Chanel (*).
- Un ejemplo contemporáneo más cercano es el de Michelle Obama. La ex primera dama se erige como una referente global del empoderamiento femenino gracias a sus palabras, discursos y acciones (*).
- En los países con menos recursos, también hay claros ejemplos del empoderamiento de la mujer. Uno de ellos es Malala, la activista pakistaní que en 2014 ganó el Premio Nobel de la Paz por su defensa de los derechos civiles, especialmente los de las mujeres (*).
- A nivel empresarial, un ejemplo inspirador es Sheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook, quien aprovecha cada oportunidad para resaltar la necesidad de incorporar mujeres en todos los niveles profesionales (*).
Si bien es cierto sabemos y reconocemos a una mujer empoderada en cuanto coincidimos con ella, debemos seguir fomentando el empoderamiento femenino, debemos apoyarnos entre nosotras, visibilizar, festejar y aplaudir nuestros logros. Y, con relación a estos avances, no debemos dejar de lado estas cifras sobre empoderamiento femenino y avances hacia la igualdad real:
- Del 2015 a 2018, el número de mujeres en niveles ejecutivos se incrementó en un 4 %, al pasar del 17 % al 21 % según el estudio Women in the Workplace de McKinsey 2019 (*).
- En la actualidad, el 68 % de las empresas se consideran comprometidas con el apoyo a la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, de acuerdo con el informe Women’s Empowerment and Business: 2020 Trends and Opportunities de la Organización de Naciones Unidas (ONU) (*).
- Según el informe Gender Equality Index de Bloomberg (2020), solo el 6% de las profesionales ocupan puestos de CEO (*).
- De acuerdo con el estudio Global Gender Gap Report del World Economic Forum (2020), solo el 18,2 % de las mujeres ostentan cargos en consejos directivos o de liderazgo empresarial, a pesar de constituir la mitad de la fuerza laboral (*).
(*) Información extraída de: https://www.becas-santander.com/es/blog/mujer-empoderada.html
Sigamos trabajando en nuestro empoderamiento, reconociendo y apoyando el éxito de todas las mujeres empoderadas que nos rodean y en sumar para desarrollar a las generaciones del futuro.
Cada una de nosotras, desde nuestra posición, podemos hacer mucho, primero por nosotras mismas y luego por las mujeres que nos rodean.